martes, 4 de agosto de 2009

La experiencia laboral permitirá el acceso a un título profesional a una treintena de oficios

Una nueva ley aprobada por el Gobierno permitirá que empleados de 26 ocupaciones logren un certificado tras probar su trayectoria y su valía.

El proceso de acreditación será escalonado y beneficiará en su primera fase a unos 10.000 malagueños cuidadores de mayores y niños.
La canícula del verano ha dejado semiescondida una nueva ley aprobada por el Consejo de Ministros que contribuirá a cambiar la vida de muchos trabajadores en todo el país, y obviamente, en la provincia de Málaga. El real decreto del Ministerio de Educación, que todavía no ha sido publicado en el BOE, establece los procedimientos y requisitos para la evaluación y acreditación de las competencias profesionales adquiridas a través de la experiencia laboral o de vías no formales de formación. En lenguaje llano, este real decreto posibilitará que ciertos oficios, los que corresponden a las 26 familias de la Formación Profesional, puedan acreditarse por la experiencia laboral e incluso convalidarse por un ciclo formativo de FP o completar el ciclo y obtener el título correspondiente.
En este listado figuran, entre otras ocupaciones, las de comercio, hostelería y turismo, la actividad marítimo-pesquera, la agraria (jardinería y otras), el mantenimiento de vehículos, medio ambiente, textil (calzado y confección), vidrio y cerámica. Un ejemplo sencillo: los cocineros y los camareros podrán acceder a una acreditación que pruebe sus capacidades profesionales y su valía a través de un proceso en el que se les exigirá que demuestren su experiencia laboral.
Tres años de contrato
Para demostrar este aspecto, los empleados deberán justificar al menos tres años de contrato en el área, con un mínimo de 2.000 horas trabajadas en los últimos 10 años transcurridos antes de realizarse la convocatoria. En el caso de la formación no reglada habrá que probar 300 horas de cursos sin reconocimiento oficial en la última década transcurrida con anterioridad a la convocatoria.
Todo este proceso hasta completar las 26 familias de FP se hará de manera escalonada por convocatorias. La primera, la que corresponde a este año, estará dirigida a acreditar a los cuidadores de dependientes, mayores o de niños, un sector que ocupa a cerca de 10.000 personas en la provincia de Málaga. De ellos, se estima que unos 2.000 están trabajando en el ámbito asistencial infantil y otros 2.000 en el segmento de ayuda a domicilio, en el que muchos carecen de una acreditación profesional.
A estas cifras hay que sumar las de aquellos malagueños que dedican su tiempo a cuidar a dependientes o mayores de su propia familia. En estos casos, deberán probar que saben realizar el oficio para poder optar a un certificado. Al respecto, conviene recordar que la Ley de Dependencia exige que se les de de alta en la Seguridad Social.
Sobr el calado de la reforma que introduce la nueva ley del Ejecutivo, la delegada de Bienestar Social de la Junta, Amparo Bilbao, destacó el hecho de que posibilita un reconocimiento para muchas mujeres cuidadoras, «ya que a partir de ahora podrán acreditarse y tener un reconocimiento académico», indicó. Y aportó un dato: «Casi el 83% de las personas que realizan tareas de cuidado de sus familiares son mujeres que podrían trabajar en otros ámbitos si se les reconoce esta valía», añadió.
En el caso de las auxiliares de escuelas de educación infantil y guarderías (de cero a tres años), la presidenta de estos centros en Málaga, Purificación Muñoz, manifestó a SUR que la idea del Gobierno es «muy buena». «Hay estupendas profesionales trabajando en guarderías desde hace muchos años sin reconocimiento», dijo, a lo que recalcó que la experiencia es un factor «imprescindible», que se tiene en cuenta en el nuevo decreto.
Primera fase
Los empleados interesados en acogerse a esta ley para acreditarse profesionalmente deberán inscribirse en la convocatoria que realizarán conjuntamente las administraciones educativa y laboral. A continuación, participarán en un proceso de selección que constará de una primera fase de asesoramiento (en la que se estudiará si dan el perfil), otra de evaluación de sus capacidades y valía y, otra de acreditación y, por último, una de registro de las competencias profesionaesl que demuestren.
El Consejo de Ministros ha aprobado un presupuesto de 3,5 millones de euros para 2009 que se destinará a la presente convocatoria, dirigida a quienes cuidan a personas dependientes, mayores o a niños. Dicha partida sufragará asimismo la elaboración de materiales específicos para cada una de las 26 familias profesionales y la formación de unos 3.000 orientadores, evaluadores y asesores.
En esta primera fase, el Gobierno espera poder acreditar a unas 8.000 personas en todo el país gracias a esta nueva norma, que ya estaba contemplada en la hoja de ruta para la modernización de la formación profesional sobre la que trabajan de forma conjunta los Ministerios de Educación y de Trabajo.
De hecho, en la última fase del proceso -es decir, al concluir la evaluación y acreditación de las competencias profesionales adquiridas a través de la experiencia laboral o de vías no formales de formación-, los candidatos recibirán además la orientación necesaria sobre las posibilidades para completar su currículum y obtener un título de FP.

LOS REQUISITOS
Para acceder a la acreditación hay que esperar a que se abran las convocatorias por áreas.
Este año el Gobierno ha previsto acreditar a cuidadores de dependientes, mayores y de niños en guarderías.

Los pasos son los siguientes:


Asesoramiento: El candidato pasará por un proceso de asesoramiento en el que se verá la conveniencia de que se presente a la fase de evaluación (si no puede acceder a esta fase, el orientador le indicará a qué centros puede dirigirse para mejorar su formación).


Evaluación: Si accede a la fase de evaluación, en la que se le aportará documentación, el aspirante se enfrentará a una situación de trabajo, real o simulada, fijada a partir del contexto profesional.

Por último, si supera la evaluación se le expedirá una acreditación de cada una de las unidades de competencia en las que haya demostrado su competencia profesional.


Acreditación de la competencia profesional: Las personas que finalicen el proceso podrán acreditar sus conocimientos y habilidades y convalidarlos por un certificado de profesionalidad o por un módulo de ciclo formativo de FP.

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Diario Sur