El nuevo edificio de la Escuela Superior de Arte Dramático se hizo de rogar pero su apertura cambia la vida de profesores y alumnos. Es una instalación moderna que permitirá ampliar las especialidades.
Reportaje de Ignacio Castillo en La Opinión de Málaga.
De la noche al día, del alfa al omega, de la Alameda de Capuchinos a Teatinos... La Escuela Superior de Arte Dramático ya tiene el espacio y los medios que venía reclamando desde hacía más de 20 años. El pasado 15 de septiembre se inauguró en la calle Béla Bártok el nuevo y anhelado edificio que ha cambiado la vida de profesores y alumnos. "Yo llevo 19 años trabajando en la escuela y desde entonces se hablaba de las nuevas instalaciones", recuerda Juan Carlos Vilaseca, director del centro.La escuela tiene una superficie construida de 5.500 metros cuadrados, divididos en tres plantas. El edificio incluye tres zonas escénicas donde los alumnos podrán desarrollar proyectos de cara al público: un gran teatro de 520 butacas, otro teatro al aire libre y un tercero, más pequeño, en la azotea del recinto. En su construcción, la Junta de Andalucía ha invertido 6 millones de euros. La nueva Escuela de Arte Dramático es un centro moderno con más de 20 aulas para clases prácticas y teóricas, vestuarios, varios talleres y seminarios, una biblioteca y una videoteca, entre otros equipamientos.
Las inmejorables perspectivas que ofrece el recién estrenado edificio han provocado que la demanda por cursar esta carrera en Málaga haya crecido un 20%, con relación al año anterior. Incluso antes de su inauguración. Bastaba el simple rumor, el boca a boca entre los aspirantes a actor.
Por eso, una consecuencia directa debe ser, a juicio del director, incrementar la oferta académica, así como las especialidades que se imparten.En la actualidad, en la Escuela de Arte Dramático malagueña estudian 249 alumnos las carreras de Interpretación Textual, Interpretación Musical y Dirección.
El 70%, según calcula el director, no es de Málaga, lo que demuestra el prestigio que tiene la Escuela fuera de las fronteras provinciales. Existe un gran interés por que también se impartan las especialidades de Dramaturgia e Interpretación Gestual, "como en Madrid, Murcia o, por supuesto, Barcelona", añade Vilaseca. "Sería muy interesante y una consecuencia directa de la ampliación de la Escuela, que tendría aún más repercusión", asegura (tan sólo faltaría Interpretación Objetual, es decir, el teatro de títeres).
¿Qué hay que hacer para estudiar Arte Dramático? Aprobar Bachillerato y superar una prueba específica que realizan en el centro para comprobar las aptitudes y el talento de los candidatos. "Se evalúan la capacidad interpretativa, la expresión corporal y la voz", agrega el director. Las plazas aún son reducidas. "Hay muchos que, aun aprobando, no pueden entrar por culpa de la falta de puestos. Es un problema que confiamos resolver a partir del curso próximo", informa. A pesar del nuevo edificio, este año sólo han podido ingresar en el centro 60 alumnos nuevos, cuando se habían presentado más de 150 solicitudes.
Salidas laborales. Quienes acceden a la Escuela aspiran a convertirse en actores, actrices y directores. Pero muchos no acaban la carrera. "En diciembre siempre registramos entre un 10% y un 15% de abandonos de alumnos que no esperaban que fuera tan duro", reconoce Vilaseca. Hay que dedicarle muchas horas (de 9.00 a 15.00 horas y hay que ir también la mayoría de las tardes) y hacer muchos trabajos teóricos.
¿Hay salidas laborales para todos cuando acaban? "Cada vez más", dice el director. "Antes, nuestros titulados sabían que su único futuro pasaba por hacer la maleta e irse a Madrid a buscarse la vida", admite. Ahora, hay más compañías en Málaga, más teatros donde representar las obras... "Y como en cualquier otra carrera universitaria, los profesores animamos a los alumnos a que creen su propia compañía y no dependan de ser contratados por terceras personas".
Es lo bueno que tienen las nuevas generaciones que quieren seguir los pasos de Antonio Banderas, María Barranco, Fran Perea o Alberto Amarilla, todos ellos formados en la Escuela de Arte Dramático malagueña. Ellos han triunfado y no tuvieron las mismas instalaciones donde aprender, ni los mismos medios, ni tantos teatros donde hacer sus primeros pinitos.Los productores también buscan cada vez más profesionales a la hora de hacer sus ´casting´. "Piden gente ya titulada", explica el director de Arte Dramático. Es una forma de combatir el intrusismo que, desgraciadamente hoy, se da en la profesión y que cierra muchas puertas a quienes han estudiado durante cuatro años (hasta seis para quienes se lo toman con más calma).
Los estudiantes se encuentran inmersos en los ensayos de un musical y dos obras de teatro que serán estrenadas al final del segundo cuatrimestre en el teatro de la Escuela. La fecha dependerá de la apertura oficial de la instalación.
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