Poco antes de que suene el timbre para subir a clase los pasillos se llenan de niños alborotados y risueños, probablemente, igual que hace 25 años. Las paredes del colegio público Luis Buñuel, en la Colonia Santa Inés, recuerdan ya su cuarto de siglo en pie y la comunidad educativa lo celebra con una semana cargada de actividades. Ayer fue la inauguración oficial en la que participaron diversas autoridades. Un recital de piano y violín con Patricia Trabalón y los hermanos Marco y Alma Ramírez, antiguos alumnos, puso la nota musical a la velada.
Las bodas de plata llegan al Luis Buñuel con el doble de alumnos de los que tuvo en sus primeros años y una clase más por curso. Este centro nació con dos líneas para dar respuesta a los escolares de la Colonia Santa Inés, un barrio que "era como un pequeño pueblo en el que todos los vecinos se conocían y estaban en contacto", dice Juan de Dios Sánchez, jefe de estudios y director en funciones. Con la expansión urbanística de la zona, el colegio se quedó pequeño y lo ampliaron a tres líneas sin que se hiciera obra nueva alguna. Por ello, "se habilitó un edificio que había para ambliopes con seis nuevas aulas y desapareció el escenario que había en el comedor, que también se utilizaba como salas de usos múltiples", comenta Sánchez. En definitiva tuvieron los "inconvenientes que supone adaptarse a tres líneas con una infraestructura que no da para tanto", añade.
Las clases nacieron con la EGB y ahora imparten el sistema de la LEA andaluza. "Las asignaturas cambian pera la esencia permanece, los contenidos siguen siendo muy parecidos aunque se hayan modificado principalmente las formas", considera el director en funciones de este centro que hoy ofrece un buen número más de servicios que hace un cuarto de siglo. Tienen una activa biblioteca, aula de informática y refuerzo pedagógico. Más de un centenar de niños acuden al aula matinal, que pueden entrar a partir de las 7:30 y unos 350 usan el comedor. También hay actividades extraescolares hasta las 18:00. "Los padres ahora suelen trabajar los dos y el colegio suple la labor que tendría que ejercer la familia en muchos casos", sostiene Juan de Dios Sánchez.
El Luis Buñuel ya no se nutre exclusivamente de su propia barriada. Ahora llegan familias nuevas de las urbanizaciones más recientes: Pero en el patio, intentan que los juegos sí sean los de siempre. Se prohíbe que los escolares acudan al centro con móviles, Mp3 m consolas portátiles, porque así, sostiene el equipo directivo, se elimina la individualidad de este tipo de divertimentos para favorecer los juegos colectivos. El fútbol y el baloncesto, clásicos que nunca pasan, el mate y la rayuela aún se practican en este centro que cuenta con un gran equipamiento deportivo pero cuyas pistas no tienen ni una sombra.
"Habría que techar parte del patio para el sol y los días de lluvia", reclama el director en funciones. También les haría falta "una renovación completa del mobiliario del alumnado y el profesorado y más material deportivo, además de un salón de actos en el que celebrar sus eventos". Y es que en 25 años "se han hecho lavados de cara pero no labores en profundidad". Pero, como dice Juan de Dios Sánchez, la crisis también se nota en la educación y quizás la atención más básica que requiere este centro es que se sustituyan a los docentes de baja.
Con peticiones para mejorar el futuro, el Luis Buñuel celebra un pasado lleno de saberes compartidos y un millar de gratos recuerdos.
Cristina Fernández en Málaga Hoy