Más de 700 alumnos del CEIP Acapulco de Fuengirola participaron en unas jornadas en honor a Charles Darwin.
Con apenas siete años, Susana García ya sabe lo que es un fósil y cómo se forma. Ella y sus compañeros de segundo de primaria han podido hacerse un colgante con forma de concha gracias a las actividades que su centro escolar, el colegio Acapulco de Fuengirola, ha programado en la semana de la ciencia, celebrada en honor al segundo centenario del nacimiento del científico Charles Darwin.
Así, algo más de 700 alumnos trabajan durante el presente curso numerosas actividades relacionadas con la geografía y la naturaleza por medio de la vida y teorías del británico. Conceptos como la evolución o extinción son explicados de diferente manera dependiendo de la edad de los escolares. «La intención de estas jornadas era dar a conocer al alumnado el mundo de la investigación a través de juegos y prácticas visuales en las que todos pudiesen participar mientras adquirían conocimientos útiles para su vida académica», destacaba Milagros Camacho, coordinadora del Plan de Lectura del centro y una de las impulsoras de la actividad.
Además de los talleres programados para estos días, los alumnos se encargan durante el trimestre de completar un cuaderno de campo que incluye actividades tan variadas como describir qué es una especie animal o citar alguna de las frases célebres del fundamentador de la teoría de la evolución.
Con dibujos sobre los cambios físicos en los homínidos en los miles de años que lleva sobre la tierra, Carlos Domínguez y sus compañeros aprenden de qué va eso de las características que hacían que los especímenes estuviesen mejor condicionados para sobrevivir en su entorno. Microscopio en ristre, el alumnado ha aprendido, de una forma muy práctica, cuál es el origen de las especies.
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