domingo, 21 de junio de 2009

Y el ratón se comió la tiza (reportaje de Cristina Fernández en MÁLAGA HOY)

Centro TIC: El IES Torre del Prado, en Campanillas, fue en 2003 uno de los pioneros en Málaga

Y el ratón se comió la tiza

Más del 36% de los centros utilizan las nuevas tecnologías en la práctica docente · Buscar información en la Red o 'colgar' los trabajos son los procedimientos comunes.

La pizarra y la tiza no han muerto aún, pero en 255 centros de la provincia de Málaga el desarrollo de las clases no tiene nada que ver con el que conocieron generaciones anteriores.

En 2003 ocho colegios e institutos públicos de Málaga se engancharon al carro de las nuevas tecnologías y seis años más tarde ya son unos 9.000 los profesores que imparten clases a casi 116.000 alumnos en los denominados centros TIC.

Los ordenadores en las mesas, compartidos por cada dos alumnos normalmente y con más de un inconveniente de mantenimiento y velocidad de conexión, son señal inequívoca de que esta común herramienta laboral ha llegado también al aula para aportar nuevos métodos de enseñanza.
El IES Torre del Prado, en Campanillas, fue uno de los pioneros en Málaga. Sus alumnos acuden a clase con el ratón en la mochila. "Había muchas incidencias con los ratones, así que los compran ellos, como sus bolígrafos o libretas", afirma Maribel del Río, coordinadora TIC y profesora de Informática y Matemáticas del centro.

Ella elabora todo su programa didáctico a través de un Aula Virtual (Plataforma Moodle) . En ella, los alumnos pueden exponer dudas y preguntas a través de un foro, consultar los temas que la "maestra", como la llaman los alumnos, va colgando y hablar entre ellos a través de un chat, "muchas veces hacen comentarios de la asignatura, aunque otras no, pero así no molestan al resto", dice Maribel.

Este aula también recoge las actividades que tienen que hacer los chicos, que suben a ella sus ejercicios y es en este sitio en el que se ven y corrigen.

Poco papel se mueve en las clases de informática del Torre del Prado y pocas explicaciones a viva voz. Todo se hace a través de la Red. "Ellos se distribuyen su tiempo. Al principio les cuesta que el ritmo sea distinto al resto de las clases pero luego se habitúan", afirma la coordinadora TIC.
Sandra es alumna de 4º de ESO y confirma que en su instituto el ordenador se utiliza en bastantes asignaturas. "Me gusta más que utilizar el libro, es más rápido", confiesa. En la asignatura Proyecto Integrado los alumnos tienen que subir noticias de actualidad en un blog y también lo utilizan en Lengua para buscar biografías, bibliografía y comprobar términos en diccionarios. El profesor de Inglés, cuenta Sandra, sube las correcciones de los ejercicios al aula virtual para que los alumnos puedan tenerlas desde casa o desde el ordenador de la biblioteca pública.

Con el nombre y la fecha de nacimiento como claves, los alumnos pueden mirar sus notas en un "tablón" virtual, en el que también se muestran negativos, faltas y partes de conductas. "No sabía utilizarlo y he aprendido a hacer un blog, a retocar fotos, a cambiar de formato el sonido, muchas cosas de Google, como poner alertas", comenta Sandra y su compañera Isa comparte esta impresión, ahora que está enfrascada en crear un avatar para su blog. "He aprendido mucho, no sabía hacer nada de esto y me entretiene más que los libros", confiesa.

Pero no es cuestión de abandonar los manuales tradicionales, sino de ofrecer actividades diferentes que sean compatibles con el desarrollo común de la asignatura y aporten experiencias nuevas, como subraya Maribel del Río. "Estas cosas requieren un trabajo constante, se necesitan muchas horas, son trabajos muy entretenidos", comenta la profesora que, aunque cuenta con programas de software libre, suele buscar en internet todo lo que necesita para su clase.

También las nuevas tecnologías pueden ser aliadas de la lectura. "Hacemos un power point para proyectarlos durante las lecturas públicas y los alumnos cuelgan sus comentarios sobre las obras leídas", cuenta Miguel Ángel Fernández, profesor de Pedagogía Terapeútica del Torre del Prado. "En estos centros se introducen otras herramientas con las que fomentas otras actividades con las que se puede mejorar el rendimiento", añade Miguel Ángel.
Eso sí, no todo son ventajas. Las averías son diarias. "Al año puedo tener más de 300 incidencias", sostiene la profesora Del Río, que tiene que sacar la torre del ordenador para enchufar el ratón porque los puertos delanteros no funcionan.

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Málaga Hoy (reportaje de Cristina Fernández)